BMW es una marca que siempre buscó la innovación sin perder de vista sus orígenes y tradición. Su fundación fue en 1913, en Munich. Y en sus primeros años se dedicó a fabricar motores para aviones. De allí que el logo que lo identifica sean dos hélices con los colores de la región de Bavaria, cuna de la firma. Tras la Primera Guerra Mundial, a Alemania, se le prohibió fabricar motores de aviación. Entonces BMW pasó a elaborar frenos para ferrocarriles, y en 1923 ingresó al mundo de los vehículos.
Al poco tiempo, se convirtió en una de las principales automotrices con vehículos diseñados por sus propios técnicos. Luego de la Segunda Guerra, en 1952 pudo retomar la fabricación de coches berlinas y deportivos.
Deslumbró al mundo con el 503 y el 507. Una pareja de descapotables que ha sido considerada como la más elegante de la historia.
En 1962 lanzó el modelo BMW 1500, uno de los más potentes y confortables de la época. A mediados de la década del 60, BMW ya era una marca habituada a ganar el Rally de Montecarlo. También triunfó en la famosa carrera de resistencia de 12 horas de Nurburing. En 1980, ingresó a la Fórmula Uno y sólo tres años después, Nelson Piquet fue campeón con su Brabham motor BMW.
A la par de los éxitos deportivos, la marca siguió construyendo fantásticos autos de lujo. En 1978, revoluciona al mundo con su “M1”, un deportivo de diseño espectacular. Para ésta época, BMW es una de las preferidas de James Bond. En 1995, se utiliza un modelo “Z3” de fantásticas prestaciones para “Golden Eye, el regreso del agente 007”.
En 1995, en “El mundo no es suficiente” se aprecia a James Bond conduciendo un BMW “Z8”. La pasión de la firma por hacer historia la llevó a construir el pionero de los autos cuyo combustible era hidrógeno. Fue el “750 HL”. A su vez, el “X5” fue su primer todoterreno. El éxito impulsó a otras marcas a elaborar vehículos similares.
Así BMW se convirtió en una marca apasionada por trascender el tiempo y el espacio, a la vez que honra su pasado de gloria y prestigio.-