La creatividad de los Maestros Relojeros de Jaeger-LeCoultre no deja de sorprenderme. Días pasados llegó a mis manos el Reverso Gyrotourbillon 2. Decir que es increíble es poco, es algo que trasciende la Alta Relojería tal como la conocemos, va más allá y nos maravilla con una construcción detallista al extremo. Al manipularlo, se puede imaginar la delicadeza con que las manos de los artistas (¿por qué al fin y al cabo qué otra cosa son quienes crean estas maravillas?) tratan a estas piezas únicas.
Una imagen que me siempre me agradó es la de los apasionados por el arte relojero observando durante largos períodos de tiempo las máquinas que laten en sus muñecas. ¿Cuántas horas puede estar una persona hipnotizada por un reloj? Con el Gyrotourbillón 2 y tantas otras piezas de Jaeger-LeCoultre dotadas con complicaciones increíbles, la fascinación parece no tener fin.
Después de 180 años de vida, la tradición de Jaeger-LeCoultre de sorprender con elegancia e innovación está más vigente que nunca.